Un clásico de las reparaciones domésticas suele ser el típico agujero o grieta en la pared, normalmente causados por desmontar cuadros, muebles u otros factores. Independientemente del tamaño del orificio y de las causas, te explicaré todo lo que necesitas saber para poder reparar la superficie, y conseguir que tu pared luzca como el primer día.

 

Paso 1

Primero de todo debes limpiar el agujero, eliminando cualquier tipo de suciedad o polvo que pueda suponer una dificultad a la hora de realizar una correcta reparación.

Lije alrededor de los bordes del agujero lo suficiente para raspar la pintura áspera.

Paso 2

Si el agujero es  bastante  profundo:

Lo rellenaremos con un trozo de cartón, o  madera de tamaño ligeramente más pequeño que el agujero, y clavarlo con clavos para una mayor sujeción. Para terminar con esta sencilla tarea, deberás rellenar el agujero hasta la mitad con yeso o enduído plástico, dejando la superficie sin clavos hacia ti. Termina de rellenar la superficie con yeso, y déjalo secar todo durante al menos tres o cuatro días, o bien el tiempo que especifique el fabricante.

Si el agujero  no es muy profundo, o lo que queremos tapar es una grieta, nos saltaremos este paso.

Si el agujero o grieta es muy pequeña y poco profunda:

El procedimiento es distinto, solo tenemos que prepara la masa y con una espátula aplicaremos la masilla u otro compuesto de secado rápido. Elimine el exceso de masilla y aplane la pasta con una espátula más grande y dejar secar.

Paso 3

Cuando consideres que está totalmente seco, podrás lijar y pintar  la pared con el color que más te guste. Como te he prometido se trata de una labor muy sencilla, rápida y  barata.

 

Sugerencias

También puedes utilizar esta técnica para los azulejos.

Antes y posteriormente a la aplicación del material se recomienda aplicar un mano de fijador sellador al agua en paredes para la correcta adhesión del mismo.